HME o nariz artificial

En la situación previa a la cirugía, el aire inhalado era calentado, humedecido y limpiado por la nariz, la boca y la garganta. Después de la cirugía, el aire entra en el estoma frío, seco y sin filtrar. Esto puede irritar la mucosa de tráquea y pulmonar e inducir reflejos de tos.


El calentamiento, la humectación y el filtrado del aire pueden ser absorbidos en parte por un intercambiador de calor y humedad (HME [también denominado nariz artificial o filtro]). Mediante el uso de un HME, la mucosa de las vías respiratorias inferiores está protegida y soportada, previniendo parcialmente el espesamiento de la mucosidad y las infecciones de las mucosas.

El filtro puede estar unido a una cánula (suave) (conexión de 22 mm) o un tubo de la laringe o un apósito especial (también denominado placa de base). Los productos son a menudo seleccionados por los pacientes en colaboración con la enfermera especializada, logopeda o médico. Con el fin de prevenir las infecciones de las mucosas y el espesamiento de la mucosidad, se puede pulverizar o gotear una solución salina, además de usar un filtro. El traqueostoma generalmente se debe cuidar de 2 a 4 veces al día

Es necesario un filtro de traqueostoma (HME o nariz artificial):

Un filtro de traqueostoma aumenta la resistencia a la inhalación, aumentando la expansión pulmonar y la absorción de oxígeno. También promueve la liberación del dióxido de carbono de la sangre. Se debe utilizar un filtro de traqueostoma las 24 horas del día para un efecto óptimo. No se debe utilizar un filtro durante más de un día. Después de un día, comienza el crecimiento bacteriano y se deteriora la regulación del calor y la humedad. Como protección adicional o por razones estéticas, se puede usar un pañuelo o cuello.